Fuente: The New York Times
¿Qué puedes hacer para protegerte y proteger a tu familia?
En buena medida, los consejos de los expertos son prácticas de sentido común que no son muy distintas de lo que harías para eludir una gripe o cualquier otro virus respiratorio.
Anda, hazte a un lado
A menudo, se ignoran los resfriados y la gripe, y las personas siguen con sus rutinas habituales hasta que la infección empeora. Hay una causa adicional: muchas personas que tienen empleos con salario mínimo no tienen posibilidad de pedir días por enfermedad. A veces deben trabajar incluso cuando están enfermos, a pesar de que al hacerlo están en contacto con más personas.
Por lo tanto, habrá personas con síntomas en lugares públicos. Sin necesidad de disculparte, debes poner distancia entre ellos y tú. Intenta dos metros, pero si eso no es posible, incluso un poco de distancia ayudará.
“Si en el autobús ves a alguien toser, aléjate”
Y si no te sientes bien, hazles un favor a sus colegas: quédate en casa y no vayas al trabajo. Por favor.
Lávate las manos (este es el mejor método)
Debemos lavarnos las manos con frecuencia, indicó la doctora Trish Perl, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad del Suroeste de Texas. “No suena muy atractivo, pero funciona”, añadió.
Durante el brote del SARS —que también es un coronavirus, aunque mucho más mortal—, lavarse las manos redujo el riesgo de transmisión entre un 30 y un 50 por ciento, explicó.
El problema es que no somos muy buenos en lavarnos las manos.
Mójate las manos con agua corriente limpia y luego enjuáguelas con jabón: no olvides lavar el dorso de tus manos, entre tus dedos y debajo de las uñas.
Frota tus manos por lo menos durante 20 segundos.
Finalmente, enjuágate bien las manos con agua del grifo. Sécalas con una toalla limpia o déjelas secar al aire.
Si no es posible lavarte las manos con agua, puedes usar un desinfectante para manos, pero revisa la etiqueta para revisar si contiene al menos 60 por ciento de alcohol.
Aplica el gel sobre las palmas de las manos, frótate las manos juntas y luego unta el gel sobre todas las áreas de tus manos y dedos hasta que estas estén secas. Este paso también debería tomar unos 20 segundos.
Evita pasar germenes
El virus parece propagarse a través de las gotas minúsculas de fluidos en el aire que producen la tos o los estornudos. Estas gotas pueden aterrizar en la boca o la nariz de una persona que está cerca, a menos de dos metros, o posiblemente sea inhalada y podría llegar a los pulmones.
Los síntomas surgen después de dos a 14 días y pueden incluir fiebre, tos y dificultad para respirar.
Si vas a toser o estornudar, no lo hagas como antes le hacíamos (cubriéndonos la boca con las manos). Eso solo deja gérmenes en tus manos y de ahí a que lleguen a otras superficies hay un paso muy corto.
Es mejor que te cubras la boca con el codo al toser. También es más probable que este método evite que los virus y las bacterias se esparzan por el aire.
Mantén las superficies limpias en tu hogar. El alcohol es un buen desinfectante para los coronavirus.
Tira los pañuelos desechables en la basura después de que te suenes la nariz. No los dejes amontonarse junto a la cama.
Y en caso de brote ¿qué hacer?
El sello característico de los brotes de coronavirus en buena parte del mundo es el uso generalizado de esas mascarillas faciales o tapabocas.
Pero si estás saludable, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y los especialistas en enfermedades infecciosas no recomiendan usarlas. La mayoría de las mascarillas quirúrgicas no son los suficientemente ajustadas como para evitar la inhalación del virus.
Pero si estás infectada, una mascarilla puede ayudar a prevenir la propagación del virus.
Quienes trabajan en el sector salud y las personas que cuidan a personas enfermas en hogares o en centros de atención médica sí deben usar cubrebocas. Las más efectivas son las llamadas mascarillas N95, que bloquean el 95 por ciento de las partículas pequeñas.
Si no necesitas máscaras, sería sensato tener un suministro de alimentos básicos y medicamentos.
“No esperen hasta el último minuto para surtir los medicamentos recetados de uso habitual”l. “Lo ideal es tener suficiente por lo menos para treinta días”.
También es necesario tener a la mano artículos del hogar esenciales, como detergente para la ropa. Y pañales si tienes niños pequeños, quizá suficientes para un mes.
Para los padres de familia, quizá sería recomendable ponerse en contacto con el colegio o la zona escolar de sus hijos y estar al tanto de sus planes en caso de que deban cerrar o, incluso, implementar clases en línea o a distancia, de ser necesario. Las personas con padres o parientes de edad avanzada deben tener un plan para cuidarlos si se enferman.
Los especialistas en enfermedades infecciosas hicieron énfasis en la conveniencia de la vacuna contra la gripe o influenza. Y la mejor protección para las personas mayores contra la neumonía bacteriana es, paradójicamente, vacunar a los niños, dijo el doctor Keith Klugman, director del programa de neumonía de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Ni la gripe ni la neumonía bacteriana parecen afectar el riesgo de una persona de contraer una infección por coronavirus o enfermarse gravemente. Pero es posible que el coronavirus, al dañar las células pulmonares, pueda hacer que la neumonía se asiente en las personas que también contraen gripe o neumonía bacteriana.
Evitar la gripe también ayuda a liberar recursos en los hospitales y el tiempo que los profesionales del cuidado de la salud pueden dedicar en caso de un brote de coronavirus.